Es difícil comparar o medir la “motivación” de una manera objetiva.
Sin embargo, me gustaría nominar a Robert Kennedy (“Bobby”) como “menos motivado por la ambición”.
Hizo campaña para la Presidencia de los Estados Unidos en 1968.
Los elementos clave de la plataforma electoral de Robert fueron:
- Cómo motivar a estudiantes de escasos recursos que estudian en colegios gubernamentales.
- Nunca seré bueno en nada, ¿cómo me motivo para esforzarme más en la vida?
- Cómo recuperar el entusiasmo y la motivación en la vida por cualquier cosa.
- ¿Cuál fue la motivación detrás de dejar tu trabajo para viajar?
- Continúo comiendo en exceso y estoy desmotivado para hacer ejercicio. ¿Que puedo hacer?
- defender la justicia económica y social, especialmente en el delicado ámbito de las relaciones raciales
- La no agresión en política exterior, sin capitulación ni apaciguamiento.
- descentralización del poder del gobierno
El 5 de junio de 1968, recibió varios disparos después de un discurso de campaña en el Ambassador Hotel en Los Ángeles.
Mientras se encontraba moribundo en el suelo, les preguntó a los que lo rodeaban: “¿Están todos bien?”
Asegurándose de que todos los demás estaban a salvo, él respondió: “Todo va a estar bien”.
Incluso en sus últimos momentos, su mayor preocupación era el bienestar de quienes lo rodeaban. Ese es decididamente no el comportamiento de un hombre lleno de ego y de importancia personal.
Si Donald Trump se estaba muriendo de múltiples heridas de bala, ¿cuáles crees que serían sus últimas palabras?