¿Cuál es el mejor consejo ético que puedes enseñarme?

Como dijo Thomas Jefferson, “toda diferencia de opinión no es una diferencia de principio”. A menudo asumimos que las personas que no están de acuerdo con nosotros en algún tema ético están en desacuerdo con nosotros de alguna manera profundamente fundamental. A menudo es por eso que las personas ven a los que no están de acuerdo con ellos como algo que no es simplemente malo sino malo. En la mayoría de los casos eso simplemente no es cierto.

Tomemos por ejemplo el debate sobre el aborto. Las dos partes se consideran fundamentalmente equivocadas, pero a menudo no se toman el tiempo para mirar las cosas fundamentales en las que están de acuerdo. Sospecho que si lo hicieran, podrían encontrar maneras de llegar a un punto en común sobre el tema.

Por ejemplo, las personas a favor de la elección creen que una mujer debería tener el derecho de hacer lo que quiera con su cuerpo. A menudo infieren que las personas pro vida están en desacuerdo con este principio básico de autonomía y quieren controlar las decisiones de una mujer. Pero, las personas a favor de la elección valoran también la autonomía personal y no estarían en desacuerdo con el principio, como se afirma, de que una mujer debe tener el derecho de hacer lo que le plazca con su cuerpo.

Del mismo modo, las personas a favor de la vida creen que los niños no deben ser asesinados sin una buena razón. A menudo ven a las personas a favor de la elección como opuestas a este principio. Pero, nuevamente, las personas a favor de la elección están de acuerdo con el mismo principio: los niños no deben ser asesinados sin una buena razón.

Entonces, ¿dónde está el desacuerdo? El desacuerdo radica en preguntas como si el feto es parte del cuerpo de la mujer o si debe considerarse que tiene el mismo estatus que un niño humano.

La razón por la que estas distinciones son importantes es porque pueden sentar las bases para que se produzca un diálogo real. El diálogo genuino no puede ocurrir si ambos lados piensan que los otros son moralmente malos.

Por lo tanto, mi consejo ético es tomarse un momento para aprender realmente cuál es el otro lado de un problema y por qué las personas sostienen esa opinión. Al hacerlo, descubrirá algunos puntos en común y un lugar para comenzar el diálogo.

Creo que este video es un excelente recurso para facilitar este proceso:

Tome “el Otro” para almorzar

La misericordia es siempre la variable primordial en cualquier ecuación.

La misericordia es siempre la respuesta más importante a cualquier cosa.

La misericordia es el punto de todo.

La calidad de la felicidad en tu vida estará directamente relacionada con la amplitud y profundidad de la Misericordia que empleas.