Primero, usted y los demás deben considerar cambiar su perspectiva sobre el fracaso. En la cultura estadounidense, se nos enseña que ganar es todo y el fracaso es para los perdedores. Esa perspectiva simplemente no es cierta.
Cada gran innovación e incluso el historial deportivo se basa en una cantidad significativa de fracasos. El fracaso es necesario. El fracaso es bueno.
El fracaso nos enseña la resiliencia y cómo continuar cuando los tiempos son difíciles. Deberíamos mostrar a nuestros hijos a edades tempranas, cómo fallar, pero seguir trabajando y mejorando hacia sus metas. Enseñar a perseverar frente al fracaso, les da más confianza y resistencia para alcanzar metas aún mayores, sabiendo que probablemente fracasarán, pero tendrán la capacidad de ir más allá de los reveses iniciales para alcanzar esas metas.
Entonces, regocíjate en tus fracasos. Aprende de ellos. Hacer cambios y continuar. Incluso si no alcanzas exactamente tus objetivos, habrás logrado mucho más que si te rendiste. A menudo, la búsqueda de objetivos nos lleva a nuevas tierras que nunca habríamos soñado.
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