A Dios no le importa ser costoso. Él no es la tarifa. Él no es la tarifa.
En cambio, Él está amando.
Muchas cosas que Dios quiere que hagamos o que queremos para nosotros no son tarifas. No siempre van a ser las cosas que queremos hacer. De hecho, casi nunca será así.
Y eso es porque ser un seguidor de Dios, un seguidor de Cristo, es difícil. Adorar a Dios, cumplir su voluntad, vivir para él cada día y cada noche, en cada estación y en cada momento bueno y difícil, es difícil.
- ¿Qué sabemos de la muerte?
- ¿Trabajar es un desperdicio de tu vida?
- ¿Qué te hace feliz de la India?
- ¿Qué religión es buena y cuál es mala?
- Con la religión (supresión) en su mayor parte en Occidente, ¿han encontrado un nuevo método para lavarnos el cerebro o tenemos “mentes libres”?
Existir para Dios es duro.
¡Pero vale la pena!
Si elegimos la vida y decidimos seguirlo, y nos arrepentimos de nuestros pecados, sí, obviamente iremos al cielo. Pero incluso más que eso, tenemos la oportunidad de salir de nuestras zonas de comodidad y servirle, para mostrarle a la gente que Él los ama y que Él quiere que VIVAN.
Dios desea que todos sus hijos se unan a Él en el cielo y, finalmente, a la Nueva Tierra. Pero no va a ser así porque, gravemente, no todos tomarán la decisión de dejar que sus pecados sean lavados por la sangre de Jesús. Y serán enviados al infierno por toda la eternidad.
Ahora, la razón por la que la gente va al Infierno no es porque Dios los odie o algo así, sino porque Dios, que es justo, puro y santo, por naturaleza no puede permitir que personas injustas e injustas (pecadores) entren en Su presencia. Él no puede permitir que queden impunes. Por eso murió en la cruz por nuestros pecados pasados, presentes y futuros. Para que nosotros, al aceptarlo en nuestros corazones como nuestro Señor y Salvador, y al arrepentirnos de nuestros pecados, podamos ser limpiados por la sangre de Jesús, siendo así dignos de estar en Su santa presencia.
Pero desafortunadamente, no todos hacen esa elección. Y Dios llora a quienes lo rechazan, sabiendo dónde estarán cuando pasen de la Tierra.
Pero él también se regocija por las muchas cosas buenas y justas que están en el almacén para Sus hijos que han aceptado Su regalo de salvación.
Y es por eso que insto a la gente a elegir la vida. Elige la salvación, acepta a Jesucristo como Señor y Salvador, arrepiéntete de tus pecados y busca una relación creciente con Él, y verás el amor, la belleza y el poder del Todopoderoso creador de los cielos y la Tierra.
Dios bendiga.