¿Cuáles fueron sus experiencias divertidas cuando se fue de vacaciones que nunca olvidará?

No fueron unas vacaciones, pero en mi segunda nave como cadete, fuimos al puerto de Subic Bay en Filipinas para cargar gasolina.

Yo, junto con el capitán y el segundo ingeniero (2 / e) salimos de vacaciones en tierra porque nos dijeron que es el lugar turístico más grande de Filipinas. Fuimos a un safari zoóbico, a una aventura en los océanos y por la noche decidimos ir de compras. El capitán compró un reloj caro para su esposa y al segundo ingeniero le gustó mucho.

Ahora comienza la diversión, cuando salíamos del centro comercial, al ver una reunión pública de su religión, el segundo ingeniero decidió quedarse allí por un tiempo y también ofrecer sus oraciones. Respetamos sus sentimientos y yo y el capitán volvimos con nuestro guía y guardamos el reloj en el automóvil.

Dimos un paseo por el centro comercial, probamos algunas delicias locales mientras el segundo ingeniero estaba allí. De repente algo me golpeó y se lo dije al capitán y decidimos hacer una broma en el 2 / e. Cuando finalmente nos conoció, actuamos ya que estamos realmente molestos y buscando algo. Cuando preguntó por nuestro motivo de preocupación, le dijimos con tristeza que el capitán había perdido el nuevo reloj.

La mirada en su rostro fue suficiente para que nos damos cuenta de que se ha caído en nuestra trampa. Se volvió loco, hizo muchas preguntas acerca de a dónde íbamos todos, qué pensabas y cosas así. Continuamos nuestra broma y lo llevamos a los lugares que visitamos y él seguía preguntando a la gente si veían una bolsa con un reloj.

Incluso le pedimos que dejara de preocuparse por eso y es en vano buscar el reloj ahora que nos estamos haciendo tarde porque el barco estaba a punto de terminar la operación de carga. Ahora, el segundo ingeniero estaba tan preocupado que finalmente divulgamos la broma.

Sus expresiones tomaron un giro en U y fue una mezcla de ira, felicidad y un gran alivio. El capitán y yo nos echamos a reír, no pudo controlar su risa y me maldijo por haberle hecho esto. Ya había preparado una excusa de que todo era idea del capitán y de ser un junior, ¿cómo puedo negarle cualquier cosa?

Al regresar, se lo contamos a todos y todos nos reímos. Esos fueron los momentos que nunca olvido.