” Este tipo de knaves que conozco …”
¡Por supuesto que importa! Casi siempre se puede decir la verdad, pero hacerlo de una manera que ahorre los sentimientos, teniendo tacto. Siempre hay, recuerda, muchas verdades.
O … puedes ser como el Conde de Kent, disfrazado de sirviente, en esta escena del Rey Lear . Kent se mete en una discusión con Oswald, otro sirviente, y lo maltrata llamándolo por su nombre y amenazando con apagar sus luces. Cuando el duque de Cornualles aparece para mantener la paz, Kent se defiende diciendo que habló “claramente”, es decir, solo estaba diciendo la verdad.
Kent es como las personas que he conocido en la vida, utilizando la excusa de “discurso simple y honesto” para actuar como una licencia para ser verbalmente abusivo. En el caso de Kent, es casi comprensible porque realmente es un noble disfrazado y no está acostumbrado a escuchar que los sirvientes estén en desacuerdo con él. Pero no obstante, el punto de esta escena es válido.
- “Imaginar algo no es lo mismo que experimentarlo”. ¿Qué significa esto?
- ¿Hay algo de lo que tengas más miedo que los insectos?
- ¿Puedo usar lógica simple en física como en matemáticas?
- ¿Quién es tu único enemigo? No eres tu
- Si no tenemos libre albedrío, ¿qué significa esto para Dios?
El duque de Cornualles llega a la escena y responde así a Kent, quien ha tratado de defender sus acciones diciendo que solo hablaba “claro” (diciendo la verdad):
Este es un compañero,
Quien, habiendo sido elogiado por la franqueza, afecta
Una aspereza rugosa, y limita el atuendo.
Muy por su naturaleza: él no puede adular, él,
Mente honesta y sencilla, ¡tiene que decir la verdad!
Y lo tomarán, así; Si no, él es simple.
Este tipo de knaves que conozco, que en esta claridad
Puerto más embarcaciones y más corruptos extremos.
De veinte tontos observadores que se agachan.
Que estiran sus deberes muy bien.
En otras palabras, la estrategia de abuso verbal de Kent, defenderse diciendo “sólo estoy diciendo la verdad”, es un tipo de engaño en sí mismo, que se da el derecho a ser mucho más insultante que las circunstancias lo justifican.