Bueno, la palabra de moda en estos días es la atención plena. Y es un buen lugar para comenzar si quiere dejar de ser descuidado. Pero, es muy fácil olvidarse de recordar estar atento.
Otro lugar para comenzar es con sus valores fundamentales. Una persona descuidada es, casi por definición, una que no “cuida” y, por lo tanto, le falta ese rasgo en su sistema de valores.
Si no tiene el Caring como valor central, ¿cómo lo desarrolla?
Puedes hacer cambios de comportamiento, y si bien es un cambio a nivel superficial, casi robótico, no es un cambio radical profundo en tus valores. Pero es una forma perfectamente aceptable de hacerlo, es relativamente fácil y lo ayudará a superar su rutina diaria. La vida es más fácil cuando recuerdas dónde pones las llaves.
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Pero, si realmente deseas tener el Cariño como uno de tus rasgos de carácter intrínseco, debes comenzar por saber cuáles son tus valores, explorar y comprender qué te motiva en tus interacciones diarias con las personas y, sí, las cosas.
Debe examinar, por ejemplo, cuál es el valor de la organización para usted. ¿Sabe que un escritorio ordenado puede contribuir a una mente ordenada y patrones de pensamiento ordenados? ¿Es eso algo que podrías valorar? ¿O no tanto? Tú decides.
¿Qué pasa con el valor de estar a tiempo? ¿El descuido hace que seas tardío y exasperado, para tu vergüenza? ¿O no sientes realmente su dolor?
¿Piensa en todas las formas en que el descuido ha incomodado tu vida y la de los demás, o cuánta belleza puede ser destruida en tu entorno de vida debido a un descuido? Nada hermoso acerca de los calzoncillos sucios que aparecen en la mesa de la cena. No preguntes… jaja.
Después de haber compilado una lista de todas las cosas que valoras de las que te ha privado el descuido, entre las que se encuentra la tranquilidad, pregúntate si vale la pena la compensación, renunciar al cuestionable lujo del descuido con el fin de tener todas las cosas que amas y valoras en tu vida.
Si mantienes estos valores siempre a la vanguardia de tus pensamientos, comenzarás a perder con el tiempo estos pequeños actos de descuido uno por uno. Mientras que pueden parecer mezquinos de forma individual, sumados a lo largo del tiempo, verás cómo te envolvieron y devoraron.
Y si no te importa, nadie más lo hará tampoco.