Ayudarles a. Ofrécete a escucharlos. (Y pacientemente así). Los aprecio Y sus esfuerzos. Felicítalos con su nuevo vestido. O simplemente por ser ellos mismos.
Deja que tus amigos y familiares sepan que los amas. No solo implícitamente, o a través de sus acciones. Dilo a ellos.
TE QUIERO.
Alto y claro. Todos necesitan escuchar estas 3 palabras de vez en cuando.
Diles que son fabulosos. Que serían unos padres maravillosos. Que tengan una ética de trabajo fantástica. Que sean divertidos para estar cerca. Aprecie sus acciones, sus intenciones, su apariencia, su manera de ser, las pequeñas cosas en ellos que definen quiénes son.
Les deseamos un mensaje personalizado en su cumpleaños. Sorpréndelas con una fiesta de promoción. Envíeles notas pequeñas, canciones y fragmentos de libros que ama y dígales “Lo vi / leí / escuché y pensé en usted”. Llámalos a la medianoche solo para saludar. Revísalos cuando estén enfermos. Pregunte si llegaron a casa sanos y salvos al final de un viaje. Esté genuinamente interesado en las cosas que tienen que compartir, a pesar de que pueden ser tan mundanas como el relato del día que pasó. Di “por favor” más a menudo. “Gracias” y “de nada” también. “Te extraño” y “Ojalá estuvieras aquí” nunca se dice lo suficiente.
Abrázalos cuando se vayan. No son superficiales. Pero los que gritan “No voy a dejar ir primero”. Sostén sus manos. Toma una foto para capturar el momento.
Para acortar esta respuesta, haga cualquier cosa que haga que la gente se sienta cálida y confusa por dentro. Haz que se sientan especiales, cuidados, deseados y competentes. Ser su fuente de fortaleza en tiempos de desesperación. Sé el hombro cuando necesitan uno para llorar. Sé el primero en animarlos cuando están probando algo nuevo. Se su amigo Su guardián. Su hermano mayor. Su mentor. Su tía agonía.
Quiero decir, eso debería ser solo sentido común y etiqueta básica, pero la gente parece haberlo olvidado.