La verdad es que la vida no mejora … te vuelves más sabio … y te comprendes un poco mejor. Puedes resolver mejor los problemas y tener la capacidad emocional para enfrentar los desafíos. Cuando somos más jóvenes, generalmente no tenemos estas herramientas y podemos ser bastante emocionales e irracionales. No te distraes tanto cuando envejecemos. Enfocarse en tareas importantes aumenta a medida que desarrollamos la mentalidad de no permitir que la poca distracción sea un problema. Apreciamos a quienes más nos rodean en nuestras vidas, ya que las cosas triviales y las cosas materiales no importan tanto. Tampoco permites que las personas te definan o triunfen. Cuando somos jóvenes no tenemos tanta confianza, ahora nadie puede detenerte. Te importa menos lo que dicen los críticos o te sientes menos tímido. Las decisiones se pueden mejorar ya que has experimentado más vida. Se pueden hacer con más confianza también. Aceptaste tu cuerpo y estás orgulloso de ello. El tiempo se vuelve más importante a medida que crecemos. Tomarás medidas nunca antes tomadas e irás por el sueño en lugar de poner metas.
Larga historia corta … te vuelves mejor en la vida.