Acabo de cumplir 28 años y ya me siento como una bolsa abultada de arrepentimientos.
- Desearía haber sido más amable y comprensivo con mis dos hermanos menores cuando éramos adolescentes. Desearía haberlos involucrado e involucrado en una conversación en lugar de ser mezquino y excluirlos tanto como pude. Hubo momentos en que creía que estaban siendo deliberadamente antagónicos e irritantes, así que traté de encontrarlos en lo que percibí en ese momento como una mala educación imperdonable. Ambos son grandes hombres ahora y estamos muy unidos, pero me gustaría poder recuperar los recuerdos amargos que podrían tener de mí. Yo era un coño para mis hermanos.
- Lamento no haber terminado la escuela . Me retiré cuando tenía 13 años. Nunca pude practicar deportes, asistir a bailes o mezclarme con personas de mi edad. Lamento las oportunidades que perdí. Ahora siento que no me relaciono fácilmente con las personas porque soy tímido, lo que me parece sórdido para las personas. También siento que me falta mucho sentido común y no puedo participar en las discusiones fácilmente porque me faltan las habilidades para contribuir con confianza. Me falta la capacidad de aplicarme. Si quiero cumplir un pequeño objetivo, es muy difícil. Siento que estoy rastreando a través del alquitrán.
- Lamento todos los días la forma en que a veces trato a las personas. En algún momento trato de combatir mi timidez actuando arrogante y confiado, y sé que me estoy volviendo arrogante. Ya sea que sean mis compañeros de trabajo o mi familia y amigos, uso el humor para desviar mis propios defectos y, a menudo, digo cosas despectivas hacia o sobre las personas en mi vida. Sé que estoy proyectando mi propio odio y sale antes de que pueda detenerlo. Debo tratar de ser más positivo y discreto porque estoy seguro de que dejo a las personas sintiéndose desinfladas y negativas después de nuestras interacciones. Un buen mantra para mi sería ¡No seas un imbécil! ¡No seas un imbécil!
- Lamento no haber perseguido mis intereses. Dejé que mi miedo y mi falta de confianza devoraran mis sueños porque sabía que alguien siempre sería mejor que yo. Solía ser tan ambicioso y en algún lugar del camino perdí el camino y ahora estoy en la maleza. No sé lo que estoy haciendo. Quería ser escritora, pero me rendí porque creía que sin una educación, mi escritura se vería como pequeños garabatos con crayones.
Aparte de eso, soy bastante bueno. No he matado a una puta (todavía) o he chocado un auto, así que cruzé los dedos, ¡ya podremos salir de la maleza!