Ella era brillante, era hermosa. La llamaron intelligentsia, la consideraban una aficionada literaria. Ni ellos, ni una gran mayoría de ella nunca creyeron que podía fallar en nada. Y luego JEE le pasó a ella … (Deje que los puntos manifiesten el resto)
Ella quedó atrapada en un interminable bucle de “Si yo hubiera dicho eso, si hubiera hecho esto”, olvidé la ortografía de lo último de Browning. “Así que podría ganar, así podría fallar”. Hasta muy últimamente, nunca se dio cuenta de cómo es la vida. muy diferente de su interminable bucle, cómo tiene una similitud extraordinaria a una lista enlazada donde una cosa lleva a la otra, cuán absolutamente agotador es el acceso aleatorio a todas las decisiones que se aprobaron, qué tan fácil parecería su eliminación y cuán desfigurado sería el borrado déjala. Debido a que cada una de sus decisiones, espléndida, ruinosa o mundana, fue a esculpir la forma humilde en que se encuentra, y si no hubiera sido por esas decisiones, no sería la chica que es, la chica que ama.
Porque ‘todo se trata de levantarse de las cenizas a las que, de manera masoquista, se vio reducido a’.
Gracias por leer 🙂