Me gustaría refinar la respuesta que recibió de Anonymous con respecto a la “mente de colmena”. El “derecho humano” al que deberíamos “renunciar” para hacer del mundo un lugar mejor es el “derecho a la libertad individual”.
Ahora, antes de que la gente comience a mirarme como un loco, deberíamos examinar nuestras vidas en este momento con honestidad, explorando si realmente tenemos alguna libertad. En realidad no, simplemente vivimos en una ilusión de que somos individuos únicos que podemos hacer lo que quieran. Estamos completamente limitados en cada pensamiento, deseo, acción a través de la genética, educación, educación y a través de la influencia del entorno en el que vivimos.
En realidad, todos somos partes integrales, ruedas dentadas en un sistema cósmico intrincado, totalmente interconectado e interdependiente. Pero en este momento, como en la película “Matrix”, soñamos con esta ilusión de independencia. Y esta ilusión de libertad personal nos hace volvernos unos contra otros, competir unos con otros, caminando dormidos hacia la autodestrucción, intentando obstinadamente defender nuestra libertad imaginaria.
Todo esto es a propósito para ayudarnos a comprender en qué estado lamentable nos encontramos al “ser libres”, a fin de apreciar cuando nos sometemos a una inteligencia colectiva y comenzar a vivir como un “superorganismo” mutuamente complementario y armonioso.
- ¿Cuál es tu sugerencia sobre cómo hacer del mundo un lugar mejor?
- ¿Qué inventaría usted si pudiera inventar algo que beneficiara más a la humanidad? ¿Qué cosa?
- ¿Qué pasará con los humanos en el futuro?
- Si todos los humanos se teletransportaran a otro planeta similar a la Tierra, ¿cuánto tiempo nos tomaría hacer nuestro primer iPhone?
- ¿Qué sería hoy la población humana si la agricultura no se hubiera inventado? ¿Cuántos éramos de todos modos hace 10.000 años?
Contrariamente a la respuesta que Anonymous nos dio, podemos preparar, educar a las personas para ese estado colectivo sin coerción, sin engaños engañosos a través de la motivación positiva, a través de ejemplos positivos. La gente se unirá gradualmente de buena gana mientras el “mundo libre” continúa hundiéndose en la crisis, se desmorona en un caos bárbaro.
Hay un final feliz absoluto: en realidad no hay mayor libertad que la libertad del yo individualista y egoísta, cuando uno se vuelve completamente ilimitado, omnipotente al ser positivo, mutuamente interconectado con la totalidad de la realidad. De este modo, al renunciar a la libertad individual, nos hacemos absolutamente infinitamente libres.
Nueva Vida # 341 – Altruismo: Libertad Real | Laitman.com