Esta es una excelente pregunta, y cuya respuesta es esencialmente desconocida.
No está claro si alguna neurona en el adulto es verdaderamente “libre”, y por “libre” me refiero a no comprometido con ningún recuerdo o representación. Todas las neuronas parecen responder preferentemente a alguna combinación de entradas. Las neuronas que permanecen en silencio durante largos períodos de tiempo pierden sus conexiones posteriores e incluso pueden morir.
La evidencia disponible sugiere que cuando aprendemos algo, se reclutan muchas neuronas y se modifican sus sinapsis. Cuando se produce una nueva experiencia, las neuronas cuyos recuerdos sinápticos son “más cercanos” a la nueva experiencia se vuelven más activas. Sus sinapsis pueden modificarse aún más para adaptarse mejor a la nueva experiencia. De esta manera, se puede formar una nueva memoria modificando una antigua memoria “cercana”. La memoria antigua no se pierde necesariamente, porque parece que hay muchas copias redundantes de cada memoria.
Sin embargo, parece que la historia sináptica no es toda la historia. Puede haber ritmos temporales que determinen si una neurona es elegible para el aprendizaje. En otras palabras, las neuronas pueden recorrer períodos de alta plasticidad y baja plasticidad. Si una neurona se encuentra en su fase de alta plasticidad, puede ser más “susceptible” a la formación de la memoria.
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Los procesos moleculares dentro de la neurona, que pueden estar regulados por procesos genéticos y epigenéticos, parecen estar involucrados en este fenómeno de elegibilidad de la memoria. Por ejemplo, se ha informado que el factor de transcripción celular CREB regula “la excitabilidad y la asignación de memoria a subconjuntos de neuronas en la amígdala”.