“Todos los hombres son creados iguales.” – Thomas Jefferson.
La intención de la declaración era decir que todos nacen con los mismos derechos. En Inglaterra, de lo que se declararon independientes las colonias, las de sangre noble nacieron con más derechos que las demás.
No es una afirmación sobre riqueza, talento, inteligencia, servicio a la humanidad. Esos son todos separados.
Consideramos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre ellos se encuentran la Vida, la Libertad y la Búsqueda de la Felicidad. Que para garantizar estos derechos, los gobiernos se instituyen entre los hombres, derivando sus justos poderes del consentimiento de los gobernados.
- ¿Por qué a los humanos les interesa mucho encontrar vida fuera de la Tierra?
- ¿Cómo desarrollan o heredan los animales depredadores el miedo a los humanos?
- ¿Se extinguirá nuestra especie en mi vida si tengo 19 años?
- ¿Es la conciencia únicamente humana?
- Si un humano se redujera a un milímetro y fuera pisado por un humano de tamaño normal, ¿sobrevivirían?
En Inglaterra lo anterior no era cierto. Los nacidos en una clase baja no tenían nada que decir sobre cómo eran gobernados. Podrían ser tratados como seres menores solo por la clase en la que nacieron. Los fundadores de los Estados Unidos querían acabar con eso.
Los universalistas unitarios amplían la idea.
PRIMER PRINCIPIO: EL VALOR INHERENTE Y LA DIGNIDAD DE CADA PERSONA
La palabra clave es inherente: intrínseca, innata, inmanente, incorporada, residente, innata.
No dice nada de que todos sean iguales. Dice que para crear un mundo justo, todos son vistos como nacidos con valor como seres humanos.
“La reverencia y el respeto por la naturaleza humana están en el centro de la fe Unitaria Universalista (UU). Creemos que todas las dimensiones de nuestro ser tienen el potencial de hacer el bien. Celebramos los dones del ser humano: nuestra inteligencia y capacidad de observación y razón, nuestros sentidos y capacidad para apreciar la belleza, nuestra creatividad, nuestros sentimientos y emociones. Amamos nuestros cuerpos así como nuestras almas. Podemos usar nuestros dones para ofrecer amor, trabajar por la justicia, curar lesiones, crear placer para nosotros mismos y para los demás “. – Rev. Dra. Rebecca Ann Parker
El primer artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Están dotados de razón y conciencia y deben actuar unos con otros en un espíritu de hermandad.