¿Cuál es la lección más grande que has aprendido de tu pasado?

La respuesta más sencilla: EL TIEMPO ES REALMENTE IMPORTANTE : si tuviera un millón de dólares en efectivo debajo de mi colchón, lo revisaría regularmente (me refiero a 10 veces al día, si no más) y tomaría precauciones para asegurar que sea seguro. Hablando de manera realista, la única posesión que tengo, que es mucho más valiosa que ese ejemplo, es MI TIEMPO, así que lo protejo. No se lo doy a los ladrones, a las personas egoístas, a las personas negativas, a los naggers, a los holgazanes, a las distracciones, a las cargas, a las malas influencias y nada en el medio. Incluso los amigos y la familia solo obtienen mucho de eso. Guardo mi tiempo de cerca y lo controlo para asegurarme de que aquellos que no desean ser mi presencia no lo sean; aquellos que no respetan o valoran mi tiempo no obtienen nada de eso.

En resumen, la mayor lección de mi pasado fue valorar y proteger mi tiempo con intensidad y fuerza bruta como si fuera FORT KNOX . No todo el mundo tiene derecho a ello y los pocos que lo tienen se lo han ganado. Me he asegurado de que todas las almas que se conocen conmigo comprendan lo serio que me tomo mi tiempo.

No morar en el pasado. Pero sí, tus lecciones pasadas pueden actuar como un puente entre tu presente y tu futuro. Lo que aprendí de mi pasado, cuanto más intentas aferrarte a algo, eventualmente se alejará.

Deja que tu corazón te guíe ..!

El pasado me enseñó a estar con personas dentro de los límites y nunca dejes que nadie cruce tu frontera. Es posible que sean las hermanas de sus amigos las que evidencien que esté más cerca de usted, depende de ellas y confíe en ellas y, con el tiempo, las personas cambian cuando se encuentran con nuevas personas, nuevas circunstancias que nos pueden ser difíciles de afrontar. Usted puede ser engañado por su amante, es bueno perdonar una o dos veces, pero no tres veces. Cuanto más posibilidades de dar, más perdón, te apuñalan y al final te conviertes en el hacedor incorrecto.

La felicidad viene de dentro, comparte tus dones y ayuda a otros independientemente de lo que piensen los demás.

Deje espacio (psicológico, social, físico e intelectual) para otras personas y sus puntos de vista.

¡No confíes en ninguno, ayuda a todos!

¡Tienes que amar y exceptuarte a ti mismo por quién y qué eres y dejar que todos los demás lo tomen o lo dejen!

No hay errores, solo lecciones que necesitamos para expertos.