1. Escríbelo.
Muy a menudo la dilación viene de sentirse abrumado. Tenemos tanto que hacer, que nos sentimos perdidos desde donde empezar. Una nube de tareas se está arremolinando en nuestras cabezas y nos hace sentir que de ninguna manera podemos hacer frente a todo lo que tenemos en nuestras manos.
Anotar todo lo que hay que hacer es el primer paso para superar esos sentimientos.
No resolverá mágicamente nuestra situación. Muy a menudo, la longitud de nuestra lista de tareas nos abruma tan eficientemente como esta “nube mental”. A veces, incluso de manera más eficiente, porque ahora tenemos una prueba delante de nuestros ojos, de que la lista de tareas es simplemente imposible de terminar.
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2. Desglosarlo.
Otro factor común que causa la sensación de estar abrumado no es el número, sino el tamaño de las tareas. Si nunca ha escrito un libro, un elemento en su lista de tareas pendientes que dice “escribir un libro” puede parecer tan imposible de abordar como 100 tareas más pequeñas juntas.
Desglosar las tareas grandes, en tareas más pequeñas, preferiblemente en partes diarias, es una manera de lidiar con este problema.
Escribir un libro se reduce a escribir. Transformar “escribir un libro” en “escribir una página hoy” hace que sea más factible en tu mente y crea una sensación de urgencia.
Un puñado de consejos adicionales:
a) Determine el siguiente paso
Dividir las tareas en partes más pequeñas es una introducción ideal a este método. Cuando tiene múltiples tareas, no necesita decidir cómo dividirlas todas en los pedazos más pequeños. Todo lo que debería interesarle es: “¿Cuál es el próximo paso que debo tomar para progresar?”
Por ejemplo, dependiendo del tipo de libro que desea escribir, tener un esquema a menudo es una buena idea. Por lo tanto, el primer paso no sería “escribir una página”, sino “escribir un esquema”. Si eres un principiante en escritura, tu primer paso podría tener “aprender a escribir un esquema”.
Cada trabajo, cada proyecto grande y cada tarea pueden reducirse a un paso a la vez.
b) come esa rana
“Coma una rana viva a primera hora de la mañana y nada peor le sucederá el resto del día”. – Mark Twain
Si tienes algo realmente desagradable que hacer, algo que te gusta posponer, como a mis hijos les encanta posponer la tarea, comienza tu día a partir de eso.
No tomes tu café, no te pongas la ropa y no desayunes. No te permitas hacer ninguna de esas cosas antes de no encargarte de la tarea inoportuna. En primer lugar, cuidar de su “rana”.
c) Establecer prioridades diarias
No es suficiente dar prioridad. Entonces, ¿qué sabes cuál es la tarea más importante que debes hacer si te dices a ti mismo “bien, me ocuparé de eso mañana”?
Establezca sus prioridades para un día específico. Prioridad significa que la tarea específica es su “rana” para hoy. No haces nada más, antes de no abordar este proyecto.
Hace maravillas a tu sentido de urgencia. Cuando no puede enviar un informe a su jefe, o descolgar un teléfono de su cónyuge, porque todavía no ha terminado su prioridad, deja de postergarlo y hágalo lo antes posible.