En 1983–1985, tuve un socio de negocios llamado Ray que deseaba tanto el éxito que él dijo abiertamente, mientras se reía, que vendería su alma al diablo para que se concretara el negocio en el que estábamos trabajando. Él, de manera burlona y burlona, dijo que no temía al demonio.
En esta compañía había tres socios: yo, Ray y Charles.
Todos estábamos presentes cuando Ray había hecho esta declaración. Charles, un hombre de gran integridad, y yo nos miramos mutuamente en un shock absoluto y total. Ambos dijimos que queríamos que la compañía tuviera éxito, sin embargo, no queríamos ser parte de la propuesta de Ray.
Desafortunadamente, nuestra empresa no consiguió el avance que todos habíamos deseado y, como resultado, tuvimos que cerrar el negocio. Charles y yo perdimos todo, y ambos nos endeudamos profundamente.
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Ray, por otro lado, recibió una carta en la que decía que pronto recibiría una gran suma de dinero de la quiebra de una empresa comercial anterior en la que había estado involucrado. Ray estaba muy sorprendido, ya que hacía mucho que se había olvidado de esto y no estaba Esperando cualquier liquidación financiera.
La conclusión es que todos somos seres humanos poderosos que creamos nuestra propia realidad. O elegimos sabiamente o no.
Charles y yo sufrimos mucho por la pérdida de nuestra compañía. Él y yo habíamos dedicado los beneficios de nuestra empresa a hacer el bien en este planeta.
Si hay un diablo o no, no es la pregunta. Para mí, esta es una pregunta acerca de la integridad … y si estamos dispuestos a transigir o renunciar totalmente a nuestra integridad para obtener riqueza financiera.
Charles y yo sufrimos mucho … y creo que él y yo hoy todavía tomaríamos la misma decisión que tomamos entonces … Mantener nuestra integridad.
No tengo idea de lo que le pasó a Ray, ni a Charles. Ray no ofreció ayuda ni apoyo a Charles ni a mí mismo … ni tampoco nos ofreció nada del dinero … ni usó ninguno de los fondos nuevos para ayudar a nuestra compañía. Lo guardó todo para sí mismo.
La tentación de la fama, el dinero, el poder, el sexo y más puede ser enorme …
Sin embargo, una vez que comprometes tus valores y tu integridad, pierdes todo … incluyéndote a ti mismo …
El karma y la recompensa son una perra … ¡Incluso pueden ser el INFIERNO!
¡Elegir sabiamente! ¡Su integridad y respeto propio valen mucho más que cualquier ganancia de fama, fortuna o material!
Con el más profundo respeto…. Miguel