Cuando las condiciones ambientales, incluidas las condiciones producidas por el hombre, se vuelvan demasiado difíciles para que los humanos puedan hacer frente a nuestra especie, se extinguirán tal como lo han hecho miles de otras especies en los últimos mil millones de años. Pero existe la posibilidad de que los humanos sigan evolucionando lo suficientemente rápido como para sobrevivir a las condiciones ambientales siempre cambiantes, al igual que cualquier otra especie.
Parece que nuestra capacidad para hacer frente a la realidad depende, paradójicamente, de la capacidad de la mente para inventar una versión (o interpretación) de la realidad que sea lo suficientemente precisa para permitirnos sobrevivir y continuar nuestra evolución natural. Eso significa que los humanos pueden seguir siendo humanos por otros 40 millones de años con solo cambios comparativamente menores. Pero los desarrollos tecnológicos recientes (en ingeniería genética) sugieren fuertemente que pronto tendremos la capacidad de forzar cambios positivos para todos los nacidos dentro de unos años.