La receta es extremadamente simple. Solo ponte en contacto con alguien. Sostén sus manos. Mire directamente a los ojos y hágales creer que entendería, escuche todo lo que quieran gritar y quedarse.
Una vez, confían en ti con todo lo que tienen y encuentran su hogar dentro de ti, comienza a juzgarlos por sus pequeñas fantasías. Una vez, están ligeramente aplastados, avanzan para preguntar sobre sus dificultades y luego, minimícenlos diciendo que las personas de todo el mundo se enfrentan a algo peor.
Eventualmente, recurrirían a contarle sobre sus sueños y aspiraciones, cómo quieren convertirse en pilotos, autores o coreógrafos. Este es el paso más crucial. Asegúrate de que termines haciéndoles creer lo insignificantes y débiles que son y nunca podrán lograr uno de ellos.
Deje que viertan todo y asegúrese de prestar su media oreja a todas las palabras y continúe haciéndolo hasta que aparezca en su lista de “personas que arruinaron mi vida”.
- ¿Qué día de tu vida te gustaría vivir una vez más?
- ¿Cuál es la cosa más inexplicable que has presenciado?
- ¿Cuál es la cosa más inútil que todos hacen todos los días?
- ¿Qué cosa has visto una vez y ahora no puedes dejar de verla?
- Muchas personas pueden imaginar sus vidas ideales, pero yo no puedo. ¿Cómo descubro lo que quiero que suceda en mi vida?
Decore la receta diciendo: “Llámame cuando necesite que alguien le hable. Estoy justo allí “.