La fe religiosa en un momento de la historia fue útil. Confiar en una respuesta mágica a preguntas sin respuesta permite que los primitivos se lleven bien respondiendo las preguntas que realmente podrían responder. Cuando la mayor parte de la función de una sociedad primitiva se limitaba al trabajo duro, la caza, la supervivencia, la reproducción y el sueño, la mitología compartida de esa sociedad era su principal nexo con el arte y el entretenimiento limitados que una sociedad podía producir.
Hoy en día, lo mejor es que no sirve para nada si no se sirve igualmente bien por otros medios. En el peor de los casos, la fe religiosa sirve para controlar a las poblaciones y aislar grupos totalmente basados en el tribalismo, a veces hasta el punto de conflicto, odio, incluso guerra … sobre la nada.
Ahora, el otro tipo de fe, la confianza y la confianza en las personas, en las instituciones sociales, en la ciencia y en la capacidad para construir de manera efectiva el buen trabajo de los demás, es fundamental para la sociedad, es fundamental en un gobierno funcional, es fundamental para la ciencia y el progreso de la ingeniería. Pero esto no es una fe ciega e incuestionable en el sentido religioso. Es fe informada y cuestionable.
Necesitamos la fe en nuestros líderes políticos para un autogobierno efectivo. Pero eso se basa en un sistema de controles y balances, elecciones libres, prensa libre y capacidad libre de los ciudadanos para exigir respuestas y cuestionar acciones. Cuando perdemos cualquiera de estas salvaguardas, el sistema se puede corromper. Y cualquier sistema corrupto eventualmente se corromperá.
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Necesitamos la fe en la sociedad para tener una sociedad estable. Pero si encontramos fallas, ya sea en el ideal o en la implementación de ese ideal, debemos cuestionar lo que está establecido y trabajar para cambiarlo. Una sociedad que no puede evolucionar se marchitará, morirá o arderá en revoluciones.
Y, en particular, la fe en la ciencia. Pero la fe informada, con esa confianza basada en la correcta práctica del progreso científico. Eso significa discusión abierta y difusión de trabajos científicos, apoyo en lugar de impedimentos de la sociedad o la política, examen continuo de lo que creemos a la luz del nuevo descubrimiento. Cuando estas cosas fallan, la ciencia puede convertirse simplemente en otro tipo de religión, con dogma político que reemplaza el hecho y la teoría. Y cuando eso sucede, la tecnología se detiene, los mejores y más brillantes se van para otras sociedades, el progreso falla y otras se mueven con una velocidad asombrosa para asumir ese liderazgo lucrativo.