¿Cuándo fue la hora en que entraste en una habitación, viste algo, luego giraste a la derecha y te alejaste?

Soy una enfermera. Si bien la mayor parte de mi carrera la dediqué a trabajar en una unidad de parto, en ocasiones trabajé en otras unidades. Una de esas veces trabajé en un piso médico con una amplia gama de pacientes.

Uno de mis pacientes era un caballero mayor que estaba en el hospital después de un reemplazo de cadera. Su esposa lo visitaría hasta justo después de la cena y luego ella se marchó y su hija entraría y pasaría las noches con él. (Nunca asumas…)

Bueno, una noche alrededor de las 10 pm, entré en la habitación. La puerta no estaba cerrada y había una cortina frente a la puerta, pero no estaba completamente cerrada. Entré en la habitación para ver qué pensaba que era su hija inclinada sobre él para realizar un servicio que probablemente muchos pagarían.

Sí, me fui. Cerré la puerta. Aguanté la respiración hasta que llegué a la sala de descanso donde me eché a reír. No es mi problema. Pero una hora más tarde, cuando ella se iba, caminó a mi lado. Levanté la vista y dije: “La próxima vez, asegúrate de que la puerta esté cerrada”.

Entré en una habitación y vi un kilogramo de heroína en un cono apilado sobre una mesa. Sobra decir que me di la vuelta y me alejé.

Nunca más volví a esa casa.