La atención plena es un estado de ser que viene con la práctica. Es un estado de conciencia que trasciende el saber. La atención plena es la claridad que viene con una comprensión psico-emocional profunda e interna del tiempo y el espacio que los rodea.
La meditación es la relajación del Sí mismo, al concentrar la conciencia en una sola acción durante un período de tiempo dado, ya sea respirando, cantando o moviéndose. El silencio que conseguimos en la meditación es lo que nos permite “escuchar” los sonidos que son más tranquilos y sutiles, pero muy presentes en nuestra vida cotidiana.
La oración es el vehículo para tener una conversación con lo Divino. En la oración, expresamos nuestras necesidades y deseos, reconocemos y ofrecemos gratitud por lo que tenemos, y pedimos orientación y fortaleza para hacer la voluntad de lo Divino, como entendemos lo Divino. La oración puede ser formulada o puede ser libre. Debe adaptarse a usted y su estilo de comunicación.
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